Boletín 40 | La pandemia no debe usarse como excusa para pasarle por encima a la democracia

Segunda quincena, abril de 2020

Institutos europeos lo analizan claro: las decisiones sobre cuándo y cómo celebrar elecciones deben sopesar con cuidado la importancia de la salud pública y la forma de gobierno. Abril termina con comicios en por lo menos cinco puntos del globo: Ginebra, Wisconsin, Kiribati, Corea del Sur y Malí ¿Cómo resultó cada uno?

Trabajadores de la campaña para el conservador United Future Party sostienen carteles en un mercado en Seúl, Corea del Sur, el 7 de abril | CNN

“La pandemia no debe pasarle por encima a la democracia”. Es esta la idea de cierre del más reciente comunicado del Observatorio Electoral Venezolano, emitido el 24 de abril bajo el título ‘Cronogramas electorales en cuarentena’. Funcionó en el texto para refrendar el pensamiento de la organización sobre la coyuntura nacional, pero también calza como premisa para mirar lo que está ocurriendo en el panorama global en el contexto de la emergencia sanitaria mundial por la COVID-19.
 

La coyuntura nacional

El pasado 18 de abril Nicolás Maduro ofreció una entrevista al medio internacional La Pizarra, moderada por el español Alfredo Serrano, quien fuera su asesor económico a principios de su Gobierno. Conversaron sobre varios temas de actualidad, pero entre los medios venezolanos e internacionales fue más destacado lo que el jefe del Estado dijo sobre la materia electoral.

2020 debe ser, por disposición constitucional, año electoral en Venezuela. En la conversación, Serrano citó alguna de las muchas prórrogas electorales que acontecen en el mundo por la pandemia. Todavía es muy prematuro pero, ¿cree que habrá elecciones para la Asamblea Nacional en diciembre?, le pregunta.

“La elección de la Asamblea Nacional es obligatoria, de acuerdo a la Constitución. Toca en el año 2020, este año, porque el 5 de enero de 2021 tiene que posesionarse por mandato constitucional la nueva Asamblea Nacional”, comienza la respuesta de Maduro.

“A esta altura, de verdad, yo no sé si habrá elecciones este año porque tenemos esta prioridad [la pandemia], y hoy sería una irresponsabilidad de mi parte decir que tiene que haber elecciones a ‘trocha y mocha’. Sería una irresponsabilidad. Está el Tribunal Supremo de Justicia, la Sala Constitucional, en el caso que se tuviera que deliberar con la Constitución en la mano y tomar decisiones, pero a esta altura, abril 2020, tenemos la pandemia más pavorosa que ha vivido la humanidad en los últimos 100 años”.

Es la prioridad. Del 1 de marzo hasta el 26 de abril, al menos 51 países y territorios en todo el mundo han decidido posponer las elecciones nacionales y subnacionales debido a la COVID-19, documenta el IDEA.

En su más reciente comunicado el OEV opinó que, aunque no es todavía una decisión definitiva, sino más bien un anuncio preliminar, el lenguaje usado en la declaración asoma ya un mal camino. “Constitucional y legalmente no le corresponde al presidente decidir la fecha de ninguna elección”, advierte la organización. Son funciones de la exclusiva competencia del Poder Electoral.

Debería ser el nuevo Poder Electoral, renovado por la Asamblea Nacional al finalizar el procedimiento iniciado a fines de 2019, el poder público que, guiado por vocaciones democráticas, construya un consenso entre los principales actores políticos, un acuerdo nacional en esta materia, acordando qué elección o elecciones deberían realizarse en qué fecha, pasada la emergencia sanitaria provocada por la COVID-19, opinó el OEV.

Lea aquí el comunicado completo “Cronogramas electorales en cuarentena”

El panorama global

Finaliza abril, dejando por lo menos cinco ejemplos de elecciones que tuvieron lugar a pesar de las preocupaciones derivadas de la pandemia y la necesidad de seguir manteniendo la cuarentena, como recién ha instruido la Organización Mundial de la Salud.

Las municipales de segunda vuelta en Ginebra, Suiza, se celebraron el pasado 4 de abril únicamente por votación postal, es decir, voto a distancia no presencial.

En un escándalo político se convirtieron las elecciones primarias demócratas en Wisconsin, Estados Unidos, el pasado 7 de abril, porque expusieron a riesgos a toda su población. En una decisión jurídica signada por un partidismo favorable a Trump, la Corte de ese estado revocó la suspensión de elecciones que había decretado el gobernador. El OEV ha opinado sobre este caso que no parece haber existido allí esfuerzos por construir acuerdos inclusivos. La fuerza institucional de una mayoría en la Corte se impuso.

Lee Nak-yon, ex primer ministro de Corea del Sur y candidato del gubernamental Partido Democrático, celebra con su esposa la victoria en en las legislativas | EFE

Corea del Sur nunca ha pospuesto una elección antes, y el coronavirus no detuvo la escogencia de sus 300 parlamentarios el pasado 15 de abril. Más de 11 millones de personas, o el 26% de electores registrados, emitieron su voto por adelantado para evitar multitudes. Los votantes tuvieron tomas de temperatura en la puerta de los centros. Las mesas de votación se desinfectaron regularmente y cualquier persona con temperatura de más de 37.5 grados votó en una cabina especial, informó CNN.

El oficialista y liberal Partido Democrático obtuvo mayoría absoluta en la Asamblea Nacional. La participación, de 66,2 %, fue la mayor registrada desde 1992 en unas legislativas, en un contexto de 30 nuevas infecciones diarias y de más de 10.000 contagiados.

El país asiático aplanó su curva de contagios en solo tres semanas. Las legislativas, de acuerdo con EFE, se interpretaron principalmente como un “referéndum” sobre la gestión que el gobierno del presidente Moon Jae-in ha hecho de la crisis del coronavirus.

Una suerte muy distinta a la de Malí, que el 19 de abril concurrió a segunda vuelta de elecciones parlamentarias. El secuestro del principal líder opositor, la actividad del yihadismo y el avance gradual del coronavirus (EFE informó de varios diputados contagiados, pero sin identificar sus nombres) hicieron multiplicar las voces que pedían una suspensión de la cita electoral, pero el presidente Ibrahim Boubacar Keita se negó.

Su partido, el oficialista Reagrupación Por Mali (RPM), se impuso en las elecciones, que por otro lado registraron una baja tasa de participación de solo el 25,33 %, según la Comisión Electoral.

En Kiribati, por el contrario, todo es distinto. El archipiélago de poco más de 100 mil habitantes localizado en el Pacífico Sur concurrió a parlamentarias con advertencias de precaución, pero sin problemas: en todo el país no se ha registrado ningún caso de coronavirus.

En Kiribati, en pleno océano Pacífico, votantes se registran antes de dirigirse a las cabinas a su derecha en un centro de votación | L.UAN

Los desafíos

En países con un riesgo medio o alto durante la pandemia, la supervivencia democrática depende también de una sociedad civil vigilante que pueda influir y monitorear a los gobiernos.

Lo dice el Instituto V-Dem, un proyecto para la conceptualización y medición de la democracia con sede en la Universidad de Gotemburgo, en Suecia, en su reciente informe ‘Deslizamiento pandémico: ¿Covid-19 pone en riesgo la democracia?’.

Ahora que nuestras formas probadas de organizar la democracia están en suspenso, recomiendan desarrollar nuevos mecanismos de contraloría social que respondan a los requerimientos de la pandemia.

Para facilitar los procesos democráticos, el Instituto V-Dem considera vital que los parlamentos y los tribunales continúen su trabajo representando los intereses de los ciudadanos. En tiempos donde las reuniones grandes son riesgosas, las soluciones alternativas creativas son posibles. Ellos han documentado 29 legislaturas que han introducido procedimientos remotos y otras 18 que ahora se reúnen en una composición más pequeña.

Donde el distanciamiento físico durante campañas y votaciones no es práctico o las preocupaciones públicas generarán una baja participación de votantes, podría tener sentido posponer las elecciones como ha sucedido en los casos del parlamento de Etiopía y Sri Lanka y 15 primarias estatales en los Estados Unidos. Al mismo tiempo, dicen, las restricciones innecesarias durante las campañas y votaciones socavan la democracia.

El instituto, por lo tanto, no considera que postergar elecciones durante la pandemia represente un riesgo en sí mismo. Las decisiones acerca de cuándo y cómo celebrar elecciones deben sopesar cuidadosamente la importancia de la salud pública y la democracia, así como la incorporación de soluciones innovadoras como el voto remoto y las campañas. Estas deben garantizar un terreno de juego equitativo para los candidatos de oposición: de lo contrario, las elecciones en tiempos de COVID-19 pueden incrementar el riesgo durante la pandemia.

Con tono similar, el asesor de la presidencia del Instituto Nacional Electoral de México, César Hernández González, expresó en Animal Político que “posponer las elecciones no significa la cancelación absoluta o permanente del instrumento democrático. En otras palabras, el diferimiento de los comicios solo es una medida extrema y temporal para proteger la vida, la salud y la integridad de las personas”.

La postergación de elecciones, prosigue el mexicano, admite de manera rotunda que en futuro próximo y certero los ciudadanos tendrán que votar para conformar nuevos gobiernos bien sea nacionales, locales o municipales, según corresponda. “En consecuencia, las autoridades electorales tendrán que hallar las respuestas al reto que implica organizar elecciones en tiempos pandémicos”.

O, como ha dicho ya, por su lado, el OEV: “La pandemia no debe pasarle por encima a la democracia”.


Polonia concurre a elecciones entre dudas sobre su legalidad y la protección de los datos

“No hay razones para organizar las elecciones el 10 de mayo”. “No se puede empujar a los polacos con la rodilla y el codo en la votación organizada por la Oficina de Correos”. “Presidente de la Comisión Electoral Nacional: No se celebrarán elecciones libres”. “Los profesores de Derecho apelan: las elecciones no pueden ser inconstitucionales”.

Traducir estos titulares de uno de los principales periódicos de Polonia es ratificar su tormenta electoral.

Todavía en el calendario sigue prevista la primera ronda de las elecciones presidenciales del 10 de mayo próximo. Un empeño del presidente Andrzej Duda, aspirante a la reelección por el gobernante partido derechista Ley y Justicia, que encabeza las encuestas.

Una legislación aprobada estrechamente por ese partido el 7 de abril contempla que estas presidenciales se celebrarán únicamente mediante votación postal, y el país no abrirá ningún centro de votación físico.

Todas las boletas se entregarán por el Correo y los votantes las depositarán en buzones especiales en sus áreas locales, para ser enviadas a conteo. Si es necesario, habría segunda ronda el 24 de mayo.

Pero un trabajo de politico.com refiere la preocupación de autoridades locales polacas en municipios como Opole, Gdansk y Białystok por “posibles violaciones de la privacidad”. Esto, después de que el Gobierno buscó obtener datos confidenciales.

Varios alcaldes se han negado a transferir información sobre sus electores, incluidos sus nombres, direcciones y números de registro nacional, al Correo de Polonia, que se encarga de organizar esta votación. Citan preocupaciones de privacidad de datos.

En los 30 años transcurridos desde que Polonia se convirtió en una democracia, las elecciones han sido organizadas por la Comisión Nacional Electoral, un organismo independiente que se encarga de imprimir y distribuir las papeletas, entre otras tareas.

Si bien el proyecto de ley que cambia el código electoral e introduce el voto postal nacional fue aceptado por la cámara baja del Parlamento, donde el Gobierno es mayoría, se ha quedado atascado en la cámara superior, donde la oposición es mayoría por un escaño. La ley podría demorarse en la cámara alta hasta el 6 de mayo, cuatro días antes de la votación.

El Gobierno ha hecho oídos sordos a las quejas de la oposición de que la ley contravenía la Constitución, que prohíbe cambiar el régimen electoral en los seis meses anteriores a unos comicios, o de que una votación por correo, controlada por el Gobierno y no por una comisión electoral independiente, viola las normas democráticas, reseña La Vanguardia.

Los opositores también plantean preocupaciones sobre el peligro de que los datos de los ciudadanos se filtren si se envían en formatos desprotegidos, como los pidieron.

Polonia ha registrado récords de hasta 545 nuevos contagios en 24 horas, los casos positivos rondan los 10.000 y las muertes superaron la barrera de los 300. El propio ministro de Sanidad ha advertido que se está aún lejos de alcanzar el pico de la epidemia.

El parlamento polaco aprobó la polémica legislación | DPA

Maryland toma distancia del error en Wisconsin

El estado de Maryland, en los Estados Unidos, habilitó el 28 de abril apenas tres centros de votación para una elección a un escaño legislativo, tras haber permitido la votación por correo debido a los temores por la pandemia, informaron agencias. El escaño sometido a elección corresponde a la vacante dejada en octubre por el fallecimiento de un legislador en ejercicio.

La junta electoral del estado envió unas 484.000 papeletas de votación luego de que el gobernador permitió el sufragio por correo para decidir al sucesor del representante fallecido.

Un panorama distinto a las primarias demócratas de Wisconsin, donde los votantes tuvieron que estar expuestos en fila durante horas.

En Estados Unidos está vivo el debate sobre cómo balancear los riesgos a la salud pública con el proceso democrático de votar.

La mayoría de los estados se preparan para permitir la votación a distancia. Kansas, Wyoming y Alaska eliminaron las votaciones en persona y enviaron papeletas a los electores. Georgia y Nebraska optaron por enviar a los registrados aplicaciones para votar a distancia, pero no las papeletas.

La gran incógnita todavía es cómo se harán las elecciones presidenciales y legislativas previstas para noviembre, en las que Trump busca la reelección.


Recomendación al cierre

#QuédateEnCasa | El OEV sigue invitando a los venezolanos a quedarse en casa en el marco de la cuarentena social que rige para frenar la propagación de la pandemia. En esta oportunidad, también invitamos a revisar una infografía de la Organización Panamericana de la Salud con 10 formas de ayudar a las personas mayores y/o con enfermedades subyacentes que viven solas durante la COVID-19.

Son estas: 1) Controle su salud en busca de síntomas. 2) Si los visita, mantenga una distancia. 3) Haga por ellos las compras. 4) Asegúrese de que tengan un stock de al menos un mes de sus medicamentos. 5) Ayúdelos a conectarse con médicos, vecinos, amigos y familiares. 6) Recuérdeles que se laven las manos con frecuencia. 7) Haga un plan en caso de que caigan enfermos. 8) Aliéntelos a mantener un estilo de vida saludable. 9) Sea amable y muestre empatía. 10) Si está en un hogar para adultos mayores, evite las visitas. Las podrá leer más detalladas al descargar la infografía desde aquí.

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